El Divisadero, 06 de junio de 2021.- Catalina Millaray Romero Cheuquian, tiene 15 años y es la primera rapera mapuche de la región de Aysén. Tal título no la obsesiona, ni encandila. Sabe que una carrera musical es mucho más que un buen tema. Muestra la madurez propia de quienes persiguen sueños que se cimientan en el talento, el trabajo y la vocación.
No obstante, podríamos estar en presencia de la primera joven que abre la puerta a este estilo en Aysén, para que más tarde otras jóvenes se apropien de una tendencia musical contestaria que nace en África y luego en el viejo Bronx de New York, y que por mucho tiempo se tradujo como “conversar de forma enérgica”.
El primer sencillo de Catalina, cuyo nombre artístico es Catezi, es Feyentun, que podría traducirse como “buen vivir”, “buen equilibrio” o “mejor vida social y comunitaria”, además de “respeto por la naturaleza”. El mapuzugun es polisémico y como toda la cultura mapuche gira en torno a la espiritualidad, lo sacro y la naturaleza.
“Desde siempre me gustó cantar y el arte me da la posibilidad de mostrar lo que me gusta y apasiona y esta canción nace en un taller de rap -Pudahuel Joven- que me inscribí en Santiago, donde había gente de Argentina y Chile”, recuerda la adolescente. Ese taller on-line le permitió aprender más de mapuzugun, tradiciones mapuches y levantar la voz con Feyantun.
“Este video se hizo con voluntades, porque fue autogestionado dentro de la familia y amigos para poder lograr el producto final. Queremos agradecer la voluntad de los lamngen que apoyaron y fueron parte de las imágenes, en la ruka Mariman, Elsa Canuman, entre muchos otros, y nuestra propia familia”, reconoce Yorka Cheuquian, tía de Catalina.
Cheuquian Gallardo espera que este sea el primer paso para seguir creciendo en el ambiente del rap. “La hemos estado apoyando desde chica y esperamos que este sea el primer trabajo de otros que van a salir y lo más importante es que el tema es de su autoría. La inscribí en el taller Pudahuel Joven y participó a distancia, en pandemia. Los jóvenes necesitan apoyo, muchos niños y niñas se aburren, así que contenta que Catalina se pueda manifestar a través de lo que hace”.
Sin duda el tema de Catalina Romero es un aporte al mapuzungun y la cultura mapuche, desde la música, “la interpretación, el contenido es muy potente y muy bonito el tema”, subraya la concejala electa.
El rap como expresión artístico cultural, surge desde las entrañas de la desigualdad e injusticia capitalista de Estados Unidos, en medio de la lucha por los derechos de la comunidad negra. De allí que se pueda hacer un paralelismo entre las injusticias que el estado chileno comete con los mapuche y lo que sigue ocurriendo en América con los negros.
No por nada, al terminar su tema musical, Catalina hace un llamado explícito a la libertad de los presos políticos mapuche. La historia del rap no se agota, es sangre y sentimiento.
El productor del video clip es Bruno Rossi López, joven que estudia animación digital y maneja programas audiovisuales y de audio. “De esa manera, junto a los compañeros del grupo hicimos la remasterización y ocupamos la instrumental de nuestro grupo y la cedimos para que pudiera grabar su canción”, expresa.
Rossi, que apoyó la producción musical, tiene más de 15 años de experiencia en el Hip Hop y Rap a través del grupo “Estigma Fleet”, por lo que sabe de lo que habla y el largo camino para lograr el reconocimiento. “Veo en ella mucho potencial, que tiene que ser explotado y ella misma debe tomar sus decisiones, a medida que se pula en el tiempo, porque falta mucho todavía”, asegura el rapero.
Por último, tanto Catalina, como Yorka, reconocieron el buen trabajo de la productora Toma 1, que es dirigida por el periodista audiovisual Felipe Elmes, quien realizó la edición de imagen del video clip de Catezi.
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